No ha empezado bien la pretemporada el Real Madrid y ya están sonando las primeras alarmas. No es novedad, todo el mundo sabe cómo acabó el equipo la temporada pasada, con dos meses de absoluta intrascendencia donde Zidane podría haber aprovechado para iniciar la revolución que necesitaba el equipo y que acabó dando más pena que otra cosa.
Con la llegada de los nuevos fichajes se suponía que la situación se iba a revertir, pero parece que el primero que no quiere cambiar es el propio Zidane, el mismo que se marchó a final de mayo de 2018 porque previó con acierto la situación que se avecinaba.