El Atlético de Madrid encontró ayer premio a su fe y su insistencia y se llevó un punto en su partido contra la Juventus en un partido que tenía perdido (2-2) gracias a un postrero tanto de Héctor Herrera. Un buen empate ante uno de los mejores equipos del mundo y que demostró que el Atlético este año vuelve a estar a la altura de los grandes de Europa una vez más. Lo que es, en definitiva.
Un punto que por cómo y contra quién se consiguió sabe a gloria y que a la postre puede ser importante a la hora de determinar la posición del conjunto rojiblanco en el grupo.