La semana pasada se dio a conocer que el argentino Diego Armando Maradona llegaría a suelo mexicano para volver a los banquillos, tomando las riendas de Dorados de Sinaloa, club que milita en el Ascenso MX y al cual tratará de ayudar para volver a la Primera División.
De manera inmediata las opiniones no se hicieron esperar, la mayoría negativas pues muchos se preguntaban cómo podían darle trabajo a alguien que habló mal del país cuando fue anunciado de manera oficial como sede del Mundial 2026, además de sus conocidos problemas con las drogas.