Modric había abierto el marcador en la final del Mundial de Club y el Madrid se quedaba con gusto a poco. A los 15 minutos del segundo tiempo, Marcos Llorente se ocupó de estirar la diferencia.
Luego del rebote generado por el córner, el joven llegó corriendo como una flecha y metió un zurdazo impecable que terminó siendo gol.
Un dato curioso: ambos goles fueron de afuera del área.