Los manejos políticos del fútbol argentino vienen siendo noticia, pero esta semana hubo un hecho que hizo que toda la atención se centre en el poder que tiene Boca, y más precisamente su presidente, Daniel Angelici, en las decisiones que se toman.
El reglamento es claro con respecto a la cantidad de extranjeros que un equipo puede tener contratados en un momento dado: 6 es el número máximo permitido. Pero Boca, que cuenta que con Fabra, Barrios, Nández, Villa, Cardona y Sebastián Pérez, necesitaba estirar ese cupo a 7 para incorporar al uruguayo Olaza.
Futbolistas Agremiados, al mando de Sergio Marchi, acudió a la necesidad xeneize con una maniobra nunca antes vista: la 'suspensión' del contrato de Frank Fabra, quien se encuentra lesionado y fuera de las canchas al menos por 6 meses.