La homofobia es una de las lacras a extirpar en el fútbol. Apenas existen jugadores homosexuales declarados en este deporte, muchos de ellos evitan nombrarlo por miedo a represalias y, de salir del armario, lo hacen una vez han dejado el fútbol profesional. Día tras día vemos en los estadios insultos y comentarios de índole machista y homofobo. El fútbol es uno de los deportes señalados por los colectivos LGTB en cuanto a discriminación. Por ello, para hacerse oír, se ha creado en Brasil LiGay, la primera liga para jugadores homosexuales.
Esta liga cuenta ya con 16 equipos y jugadores de todos los lados del país.