El historial marcaba que Banfield llegaba a Arroyito para jugar ante Rosario Central con una racha adversa de 63 años sin poder ganar en dicho estadio. Por eso su entrenador y viejo zorro del fútbol, Julio Falcioni, utilizó una cábala cuando llegaba para disputar el encuentro, que le terminó funcionando.
"No entré el micro de culata por cábala, orden del cuerpo técnico. Nunca lo entramos marcha atrás", confesó José Luis Barrios, chofer del micro que traslada a la delegación del Taladro.
Ante la consulta a Falcioni, primero se hizo el desentendido: "No sé. Habrá sido Otero o Piccoli (ayudantes de campo).