Muy pocos aficionados se imaginaban cuando echó a rodar el balón en Anfield el pasado martes que el FC Barcelona acabaría sufriendo una de las mayores humillaciones de su historia.
Los jugadores azulgranas no fueron ajenos al ridículo que acabaron haciendo, especialmente con el cuarto gol, y muchos acabaron en el vestuario totalmente desolados, incluido el capitán, Lionel Messi.
De acuerdo con el Diario Sport, que cita al medio británico 'The Guardian', la estrella del Barça rompió a llorar en el vestuario una vez acabó el encuentro.