Las últimas derrotas del Real Madrid en Champions League cuentan con un denominador común. El conjunto blanco sufre cuando uno de sus efectivos más importantes no está en el campo y las estadísticas de goles encajados y derrotas no engañan. En los últimos descalabros de los merengues en su torneo fetiche, Sergio Ramos no ha jugado ni un solo minuto.
El 3-0 ante el PSG es un nuevo episodio de este fenómeno. Varane y Militao conformaron la pareja defensiva. En ningún momento se les vio cómodos en el terreno de juego, desconfiados y tirando la línea defensiva varios metros atrás, lo que alargaba demasiado al equipo y otorgaba espacio a los atacantes del PSG.