El partido de ida entre River y Boca terminó con una sensación de que los dirigidos por Marcelo Gallardo se encaminaban a lograr el título. Si bien quedó atrás en el tiempo, vale recordar a los jugadores del Xeneize siendo insultados por Carlos Tévez con la frente alta, mientras que en Núñez había un clima festivo. El desahogo de Gallardo junto a los hinchas en el Monumental, el recibimiento a los jugadores y las energías que habían en Núñez.
River tenía todo para lograr su cuarta Libertadores. Definía en el Monumental, junto a su gente y la ilusión era mucha.