Se viene una final, un partido diferente a todos los demás. Un Superclásico siempre es distinto, pero el de este miércoles en Mendoza lo será aún más ya que habrá un título en juego, algo que no sucede entre los dos más grandes de la Argentina desde 1976. Marcelo Gallardo lo sabe y es por eso que preparó a los suyos de una forma especial para el trascendental encuentro.
Tras ganarle a Patronato y tal como lo hizo en otras ocasiones antes de partidos importantes, el Muñeco eligió el Hotel Sofitel de Cardales para concentrar al plantel. Allí fue donde esta mañana paró al equipo que, de no mediar inconvenientes, saldría a jugar contra Boca.