El equipo azulgrana ha vuelto a sufrir una remontada inverosímil, como ya sucedió en los cuartos del pasado curso, y se queda sin final de la Liga de Campeones. Los reds han creído y se han contagiado del ambiente logrando la épica.
LO BUENO: El contagio local
El Liverpool ha anotado un tanto en los primeros minutos del envite y ha creído en una remontada que se planteaba como un sueño. Pese a decaer en lo físico, tras un gran esfuerzo, se ha aguantado gracias a un colosal Alisson Becker y la seguridad de Virgil van Dijk como jefe de la retaguardia.