El Mundial de Qatar 2022 sigue ganando enteros para convertirse en uno de los más polémicos de la historia. Además de que la competición deba de celebrarse en invierno, los problemas del país con los territorios que le rodean, con los derechos humanos y con el machismo, han añadido una ley que no gustará nada a los miles de aficionados que viajen a territorio qatarí para seguir a sus selecciones.
El gobierno ha promovido una ley que se hace llamar “impuesto para el pecado” con el que han subido hasta el 100% de impuestos las bebidas alcohólicas.