En estas fechas tan señaladas todas las personas disfrutan de más o menos días de vacaciones, pequeños parones que se repiten en los diferentes trabajos y que afectan en mayor o menor medida. Dentro del mundo del fútbol las Navidades también se respetan y normalmente la vuelta a los entrenamientos se hace dura, y el primer partido del año se hace largo tras los excesos en las comidas, cenas y fiestas de fin de año.
Bien saben de todo esto en Barcelona, donde en los últimos años parece viven en una pesadilla, pero no como la de Jack Skeleton, sino después de Navidad.