No descubrimos nada al asegurar que Felipe Melo, volante del Palmeiras, es uno de los jugadores con mayor temperamento del fútbol mundial. El brasilero va a cada pelota como si fuera la última y muchas veces lo paga caro, aunque ayer tuvo un poco de suerte.
La jugada ocurrió en el partido de su equipo ante el Melgar por la Copa Libertadores, donde contribuyó con un gol para el 3 a 0 final. Sin embargo, Melo debió irse expulsado por una tremenda patada a un rival cuando corrían 30 minutos de partido, y apenas vio la amarilla.