La FIFA ha tomado una fuerte decisión para tratar de frenar el racismo en el fútbol, anunciando este jueves el cambio en el reglamento frente a estos hechos, que llevan a sanciones más fuertes como las de suspender un partido y dar por perdedor al equipo que sea responsable de estos incidentes.
"Salvo circunstancias excepcionales, si un partido es interrumpido definitivamente por el árbitro debido a comportamientos racistas y/o discriminatorios, será declarado perdido por vía administrativa", indica parte del comunicado donde se anuncia la decisión de la FIFA.
Este organismo aclara además que pueden aplicar este tipo de sanciones independiente del encuentro que sea, por lo que también se podría ejecutar en una Copa del Mundo.