El trofeo es entregado a quienes caen en las diferentes finales del certamen más importante de Sudamérica a nivel países. En la última edición, los jugadores peruanos se fotografiaron con el mismo antes de volver a su Nación.
El famoso premio consuelo. Ese que los equipos reciben tras una frustración tan grande como lo es perder una final de Copa América. Le pasó a Argentina en los años 2015 y 2016, y ahora fue el turno de Perú.
El equipo de Ricardo Gareca se marchó a su territorio con una nueva copa que podría ir a sus vitrinas pero que nadie quiere reconocer como propia.