En el fútbol juvenil de Portugal se vivió un raro momento luego que un equipo, quien sacaba desde el centro del campo, terminó marcándose un autogol sin recibir la presión del rival y merced a un error de cálculo de su guardameta, el mismo que se hizo viral pronto en redes sociales.
Todo comenzó en el saque inicial, cuando tras solo tres toques el balón llegó al portero, quien tocó a su vez para un compañero, quien decidió volver a jugar con él, sin pensar que la reacción del guardameta iba a ser incorrecta, pifiando el remate y dejando pasar el balón a su propio arco.