Quién le iba a decir a Ernesto Valverde a principios de agosto que el Barça iba a empezar tan mal la Liga este año. El 'Txingurri', que lleva dos ligas de dos posibles como técnico azulgrana, había cimentado sus victorias en grandes inicios de temporadas, distanciándose de sus rivales rápidamente. Todo lo contrario de este año, que, tras jugar cinco partidos de Liga, ya tiene imposible esta semana adelantar a alguno de los grandes.
Lo de ayer fue un papelón. No solo por los once jugadores que saltaron al césped, sino por la imagen que está dando el equipo fuera de casa.