Leo Messi tiene un complicado reto por delante esta temporada. Tras la marcha de Andrés Iniesta el argentino es el primer capitán del equipo y coger las riendas de un club como el FC Barcelona no es nada sencillo. Ser el capitán del Barça no es sólo hablar sobre el campo, algo que hace muy bien y donde siempre da la cara, sino también fuera y es ahí donde el argentino suscitó alguna duda. Ya sabemos que Messi no es amigo de los micrófonos y de las cámaras pero al crack argentino no hay obstáculo que se le ponga por delante y ha cogido el toro por los cuernos desde el primer minuto demostrando que puede ser el líder del equipo tanto dentro como fuera del campo.