El técnico italiano hizo gala de su mano de hierro y los jugadores del conjunto neroazzurro acabaron el entrenamiento de este miércoles calados hasta los huesos después de la increíble tromba de agua que cayó sobre Milán.
A Antonio Conte no hay nada ni nadie que pueda detenerle, ni siquiera la climatología más adversa por muy peligrosas que puedan ser las condiciones. Este miércoles durante el entrenamiento del Inter de Milán comenzó a diluviar sobre la ciudad italiana pero por más agua que caía el técnico decidió seguir adelante con la sesión.
Desde el club compartieron las imágenes en las que se pueden apreciar las fuertes rachas de viento y la tremenda tromba de agua que caía sobre los jugadores que aún así no paraban de entrenar y sobre el propio Conte que no es escondió y seguía dirigiendo a los suyos.