El brasileño llegó al FC Barcelona en julio del pasado año después de que su fichaje estuviese envuelto en una gran polémica por su acuerdo formal con la AS Roma. Malcom, que había completado una temporada brillante en el Girondins de Burdeos, era una apuesta de futuro de la secretaría técnica pero nunca terminó de convencer a Ernesto Valverde. El técnico blaugrana no le ha dado muchas oportunidades al extremo, descartándole incluso en los últimos encuentros, cuando más rotaciones ha incorporado.
La falta de minutos en Can Barça llevan a joven, que cumplirá 22 años en poco más de un mes, a buscar una salida del club en busca de esas oportunidades que no ha tenido como azulgrana.