El equipo azulgrana no pudo revalidar el título conquistado el año pasado ante un nuevo rival, el Girona que se convierte en campeón de Cataluña por primera vez en un partido repleto de suplentes y con tintes de amistoso.
Este miércoles se disputó la cuarta edición de la Supercopa de Cataluña en el Nova Creu Alta de Sabadell entre el FC Barcelona y el Girona, los dos mejores equipos catalanes de la pasada temporada.
Ernesto Valverde dejó a los pesos pesados en casa y tan sólo llevó a siete jugadores del primer equipo, mientras que Eusebio Sacristán tiró de suplentes en un partido que sirvió de escaparate para aquellos jugadores que no han tenido oportunidades a lo largo de la temporada.