Desde que Griezmann abandonase el Atlético de Madrid rumbo al FC Barcelona del francés solo se habla en el Metropolitano sobre un tema, el dinero de su traspaso. Sigue dando coletazos ese pre-contrato firmado, la multa y lo que el club de la ciudad condal debe a los de Simeone. Hace unos meses, el juez multaba al club comprador a pagar 300 euros como castigo por negociar con un jugador con contrato en vigor, algo que a los atléticos, y parecía que a su directiva también, les sentó como una tomadura de pelo.