La salida de Neymar marcó un antes y un después respecto a las cláusulas de rescisión en el FC Barcelona, hasta el punto de que el club no solo pone elevadas cláusulas a los jugadores del primer equipo, sino también a los mejores valores de la cantera.
Ejemplo de ello, como recoge Marca, es el jugador juvenil Ilaix Moriba (16), que ha renovado hasta 2022 y al que el club le ha puesto una cláusula desorbitada para su edad: 100 millones de euros. Con este 'blindaje' el equipo azulgrana pretende ahuyentar a otros equipos que se han interesado por la situación del jugador nacido en Guinea.