Los motes están a la orden del día en el mundo del fútbol. La Pulga, el Bicho, el Niño, el Cholo... una lista infinita y muy variada que no sólo afecta a los jugadores de cara a la prensa y al público, sino que también de puertas hacia dentro.
Y es que muchos de esos motes se gestan en el vestuario. Apodos que se ponen entre sí los compañeros de equipo para designar una característica propia de otro jugador. El último en sumarse a esta tendencia ha sido Kieran Trippier en el Atlético de Madrid.