No era un secreto que el Real Madrid quería reforzarse con cracks tras la marcha de Cristiano y, tanto fue así, que el último día de mercado el club blanco se lanzó a por un jugador del Atlético.
El jugador en cuestión es Lucas Hernández. Según "El Confidencial" Florentino estaba dispuesto a ofrecer los 80 millones de su cláusula, pero el lateral campeón del mundo se negó a ir al club blanco.
Era de público conocimiento que el Madrid buscaba un fichaje para cubrir los puestos de central y de lateral izquierdo.