En pocos sitios se vive el fútbol con tanta pasión como en en Grecia. Es tanta la intensidad, demasiada en ciertos casos, que incluso los jugadores están dispuestos saltar al terreno de juego cuando deberían estar en casa recuperándose de una lesión.
Ese es el caso del portugués Vieirinha, capitán del PAOK de Salónica, que acaba de proclamarse campeón de la liga helena después de 34 años sin alzarse con el título. El encuentro, que acabó con victoria por 5-0 ante el Levadiakos, será recordado, además de por la conquista, por el gesto del técnico del equipo, Ru0103zvan Lucescu, con su capitán.