La humillante derrota del conjunto blanco en París deja al equipo sumido en una crisis notable en el primer tramo clave de esta temporada que no ha hecho más que comenzar. La sufrida victoria ante el Levante suponía el inicio de tres semanas de competición intensiva con siete encuentros reas los cuales los madridistas podían salir reforzados o señalados.
El triunfo en La Liga, con una primera mitad para enmarcar y unos segundos 45 minutos para el olvido, y el estrepitoso fracaso en la Champions League han generado una gran cantidad de dudas en el equipo, que ahora tiene por delante cinco partidos que se tornan en cruciales.