La marcha del atacante galés al fútbol chino estaba cerca de darse pero ha sufrido un vuelco de última hora. El entorno del futbolista le ha hecho llegar que no ve claro vivir en China y él mismo ha pedido tiempo para reflexionar.
Gareth Bale y el Real Madrid tienen una relación convulsa, algo que se acentuó en el curso anterior y sigue presente en la pretemporada actual. Entre este contexto y el hecho de que el galés tiene un gran salario, a los merengues les ha interesado hacer lo posible por venderle, pero la oferta del Jaingsu Suning incluía la carta de libertad.