El Real Madrid volvió a mostrar una vez más su cara más gris ante el Getafe, pero entre tanta sombra e incertidumbre un jugador brilló con luz propia, Brahim. El joven centrocampista ha sido uno de los grandes olvidados en su corta estancia en el conjunto blanco desde que llegó en el mes de enero pero ayer Zidane le dio esa oportunidad que tanto estaba esperando. El centrocampista ha pasado de lucirse en los entrenamientos a gustarse sobre el terreno de juego y sobretodo se ha ganado la confianza de Zizou en un partido de verdad.
Su partido ante el Getafe confirmó lo que muchos ya sospechaban, Brahim es un auténtico talento.