Provocar la tarjeta amarilla que acarrea suspensión en el penúltimo partido del año es ya un clásico. Los futbolistas también quieren disfrutar de las Navidades, pero no siempre tienen permiso de sus clubes para saltarse partidos. Algunos, con más o menor morro, exageraron una dolencia para cumplir baja y adelantar sus vacaciones. Esto no es la primera ni la última vez que una persona lo hace. El problema llega cuando alegas problemas estomacales para no jugar un partido y tu esposa sube una foto a Instagram en la que apareces disfrutando del buen tiempo en una playa de las Maldivas.