Insólito desde donde se mire. El delantero Lukaku, tras el encuentro del Inter ante el Cagliari, se quejó de los insultos racistas que llovieron de las gradas cuando él cobraba un penal, pero luego recibió una crítica de la hinchada de su propio equipo, justificando los actos de los seguidores del cuadro rival.
Los miembros del L’Urlo della Nord (Curva Norte), del Inter, publicaron una carta en sus redes sociales donde increpan a Lukaku por sus reclamos a la hinchada del Cagliari, asegurando que en Italia no son racistas "como en otros lugares de Europa" y que solo son técnicas para desconcentrar a los jugadores rivales.