Hace siete años, cuando el Comité Olímpico Internacional se reunió para elegir al anfitrión de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022, el líder de China, Xi Jinping, envió un breve mensaje en video que ayudó a inclinar la balanza en una votación reñida y controvertida.
China tenía poca experiencia con los deportes de invierno. En las lejanas colinas donde se realizarían los eventos al aire libre cae poca nieve. En ocasiones, la contaminación era tan densa que le decían “Aeropocalipsis”.
Xi se comprometió a resolver todo esto y arriesgó su prestigio personal en lo que parecía una apuesta audaz.