Las buenas actuaciones de los dos primeros juegos oficiales de 2019, sobretodo cuando se contrastan con los pálidos desempeños como visitantes del año anterior, dieron para que comenzara a crecer una ilusión de grandes cosas en el ultimo año de los tres que los directivos habían fijado como necesarios para la construcción de un equipo competitivo.
Lo que pasó en el Dignity Health Sports Park de Los Angeles en donde los Loons cayeron por primera vez en la temporada fue como despertar de un sueño con un baldado de agua fría, pero no debe llevarnos a, como un péndulo, cambiar de opinión y pensar que las primeras presentaciones se dieron solo por haber enfrentado a rivales de poco peso.