Como ya lo había dicho en mi entrada anterior, la manera de vivir el fútbol en los países en que este deporte es tradicional y forma parte de la cultura es bien distinta a lo que puede experimentarse en lugares como Minnesota, en donde el equipo profesional debe compartir la atención del público con otros deportes de más arraigo y en donde la avalancha de noticias, comentarios y especulaciones que inundan no solo a los medios de comunicación sino los espacios cotidianos del diario vivir son la regla y no la excepción. Es por eso que es difícil poder comentar con certeza sobre lo que se avecina para Minnesota United ya que las noticias llegan a cuentagotas y el hermetismo con que se manejan las diligencias hace que muchas veces no podamos enterarnos de cambios o nuevas contrataciones hasta que ya están finiquitadas.