Hay partidos en la NFL que se pierden pero que dejan un buen sabor de boca porque fueron bien jugados. Hay otros en los que la oposición te pasa por encima y simplemente no hay objeción.
Y luego están esos encuentros en los que se tiene todo para obtener la victoria, pero en los que se desperdician oportunidades; partidos que se regalan por descuidos muy específicos y que provocan una sensación de frustración y un poco de ardor. Una sensación que hoy comparten todos los integrantes de los Rams de Los Ángeles.
“Nosotros nos vencimos hoy”, dijo el quarterback Jared Goff después de la derrota del domingo contra los Seahawks de Seattle por 16-10 en el Memorial Coliseum.