LOS ÁNGELES – Por primera vez en la temporada, la ofensiva fue la responsable de una nueva derrota de los Lakers.
Los dirigidos por Byron Scott defendieron de manera satisfactoria durante gran parte del partido y venían anotando lo suficiente como para robarse el juego en Madison Square Garden, pero una prolongada sequía en ataque sepultó sus chances de irse victoriosos.
Los Lakers se apagaron completamente en el último periodo, disparando 9/26 y fallando cuatro de sus ocho tiros libres. La desesperación se apoderó del conjunto en los últimos minutos – cuando los Knicks ya tenían la ventaja – y los aclarados para Kobe Bryant y Lou Williams no dieron los resultados buscados.