SAN DIEGO – Lecciones antes que resultados.
Ese suele ser el lema de cualquier partido de pretemporada, pero para un equipo como los Lakers – comenzando un camino de metamorfosis extrema – la idea cobra aún más importancia.
La derrota por 124-107 en San Diego ante los Denver Nuggets pasará a la historia como el día en el que LeBron James vistió por primera vez la camiseta púrpura y dorada, pero su real importancia para Luke Walton y compañía pasa por las observaciones que se pueden empezar a hacer – y cómo estas servirán para seguir mejorando.