LOS ÁNGELES – Siempre que llovió paró, pero por las dudas Kobe Bryant fue con paraguas el martes a STAPLES Center.
El astro de los Lakers anotó 38 puntos e hizo todo lo humanamente posible – y algo más – para que los angelinos cortaran su racha de 10 derrotas consecutivas y no establecieran una nueva marca negativa en la historia de la franquicia.
El escolta fue simplemente fantástico. En la segunda mitad, cuando el equipo empezó a quedarse sin potencia y las dudas empezaron a sobrevolar en el estadio, Bryant se encargó, canasta tras canasta, de devolverle al pueblo Laker la tranquilidad que tanto buscaban.