LOS ÁNGELES – La del jueves fue quizás de las derrotas más frustrantes de la temporada de los Lakers.
La ventaja de 19 puntos antes del descanso terminó dando paso a un déja vù siniestro, ya que al igual que contra los Charlotte Hornets el martes, los Lakers vieron como se les escapó un partido que parecían tener controlado por la misma cantidad.
Miami Heat empleó una fórmula similar, equiparando el trámite primero con una gran ráfaga antes del descanso, y luego descontando paulatinamente hasta apoderarse de la delantera.
Los Lakers dieron batalla y mantuvieron el partido parejo, pero la experiencia de Goran Dragic y la potencia de Hassan Whiteside en la zona pintada resultaron ser demasiado para unos angelinos que no contaron con Tarik Black, Julius Randle ni Larry Nance, Jr.