LOS ÁNGELES – Lo que prometía ser una fiesta terminó en desazón.
Una actuación de alto voltaje de los Lakers a los largo de casi 36 minutos se desmoronó en cuestión de un cuarto y de esta forma los angelinos se fueron con las manos vacías, cayendo ante Minnesota Timberwolves en la noche inaugural.
El final fue totalmente inesperado, si se tiene en cuenta que los Lakers pusieron en práctica mucho de lo que les viene pidiendo Byron Scott en ambos lados de la cancha durante una buena parte del cotejo. La ofensiva tuvo el poderío que se vio en la pretemporada, mientras que la defensa fue mucho más disciplinada que lo que se había visto hasta el momento.