LAS VEGAS – Por si a alguien le quedaba alguna duda, D’Angelo Russell se encargó el lunes de demostrarle a todos que la Liga de Verano le quedó chica.
El armador de los Lakers, a pesar de repetir algunas falencias de los primeros partidos, destapó una nueva explosión ofensiva para definir rápidamente un partido que se podría haber complicado en el primer cuarto.
El producto de Ohio State, al igual que en los partidos ante Pelicans y Sixers, mostró que ofensivamente está un par de escalones por encima de la competencia.
Su ficha final fue de 26 puntos en 13 tiros (con 4/7 en triples) y el único que logró frenarlo fue Jesse Mermuys, el entrenador de los Lakers en Las Vegas, quien le pidió que en la segunda mitad se encargara un poco más de la conducción del equipo.