EL SEGUNDO – Mente clara y sangre fría.
Los Lakers volvieron a confirmar su gran momento, sacando adelante un partido de trámite adverso y haciéndolo venciendo su principal miedo: los tiros libres.
Los dirigidos por Luke Walton mostraron nervios de acero, encestando 10/11 tiros libres en los últimos 3:18 de partido. Eso fue crucial para deshacerse de un equipo de los Bulls que dio batalla hasta el final gracias a su ejército de tiradores, liderado por Lauri Markkanen y Nikola Mirotic.
El desenlace fue quizás más dramático del que debería haber sido. Los Lakers ganaban por 13 a 10:38 del final del partido, pero esa ventaja se esfumó en menos de cinco minutos.