EL SEGUNDO – Lakers continúan derrumbando muros.
El jueves le tocó el turno a Miami, donde los laguneros cortaron una racha de 10 años sin victorias. Para poner en contexto, aquel último halago en South Beach tenía a Luke Walton todavía como jugador de los angelinos.
Una década después los protagonistas fueron otros, pero no menos efectivos.
Lonzo Ball dejó atrás su restricción de minutos para comandar un triunfo soberbio, con los Lakers dominando el partido casi en su totalidad, con la excepción de los últimos minutos del primer cuarto.
En líneas generales fue un partido completo, apuntalado por una rotación de apenas ocho jugadores – decisión tomada por Walton tras la lesión de Josh Hart y la partida de Corey Brewer.