LAS VEGAS – No pudo ser.
En una final entre los dos equipos invictos de la Liga de Verano 2018, los Lakers cayeron prácticamente sin atenuantes ante Portland por 91-73.
Una combinación de piernas cansadas – tras el doble tiempo suplementario del lunes y el hecho de jugar su tercera noche consecutiva – y mala puntería contra un oponente de calibre NBA resultó demasiado para las aspiraciones del conjunto dirigido por Miles Simon.
Eso se reflejó más que nada en el tiro exterior, una de las grandes fortalezas de los laguneros a lo largo de todo el certamen.