LOS ÁNGELES – Siempre es mejor aprender una lección tras irse ganador.
Los Lakers vencieron a los Chicago Bulls tras remontar un déficit de 19 puntos en un encuentro que por momentos pareció perdido pero que terminó con el STAPLES Center delirando y con sonrisas por doquier.
El partido tuvo dos historias completamente distintas, divididas por el entretiempo y un llamado de atención de Luke Walton.
“Hablé del esfuerzo”, reconoció el entrenador. “Creo que fuimos bastantes malos en la primera mitad. Me sorprendió”.
Los primeros 24 minutos fueron territorio de pérdidas, fallas y baja intensidad ante un rival que notó debilidad y lo aprovechó al máximo.