LAS VEGAS – Josh Hart difícilmente olvide este día.
En el que seguramente será recordado como el mejor partido de la historia de la Liga de Verano de Las Vegas, los Lakers necesitaron 37 puntos, nueve rebotes, seis faltas y hasta la última gota de sudor del ex Villanova para asegurar su pase a la final.
El encuentro tuvo todos los condimentos, y el propio Hart comparó su intensidad con un juego de la Final Four de la NCAA. Entre el ida y vuelta con Ty Lue – sentado a pie de cancha – y la banca de los Cavaliers, un duelo fantástico en ambos lados de la cancha contra Collin Sexton, y el tener que jugar dos tiempos suplementarios, el escolta se vio obligado a ofrecer un juego memorable.