LOS ÁNGELES – Hay canastas que superan su valor numérico.
Si no pregúntenle a los Lakers, que tuvieron dos momentos claves en la segunda mitad – una secuencia de cuatro volcadas y un triple de LeBron James – que representaron muchísimo mas que los puntos que subieron al marcador.
Y para un equipo al que absolutamente nada se le hace fácil, esos momentos suelen ser el catalizador capaz de cambiar el rumbo de un partido, y en el agregado, de la temporada.
“Las cuatro volcadas seguidas, las necesitábamos”, reconoció Luke Walton. “La energía se nos había escapado y no estábamos metiendo tiros.