(Rocky Widner/NBAE/Getty Images)
Reportero en español
EL SEGUNDO – Con la temporada de los Lakers ya grabada en los libros de historia, el análisis y la autocrítica abundan en esta parte del año.
Los Lakers perdieron 61 juegos en 2014-2015 y las “culpas” son repartidas, pero también hay señales tangibles e imposibles de ignorar sobre el progreso logrado a lo largo de la campaña, y una de ellas fue la harmonía y la falta de controversias vividas en los últimos seis meses.
Un equipo que perdió tanto, con un entrenador “chapado a la antigua”, con muchos jugadores jóvenes, varios más en su último año de contrato, mezclados con veteranos que vieron gran parte de la temporada desde afuera o esperando su turno desde la banca, es un equipo ideal para fragmentarse.